CAPITULO 13
EL PACTO DE DIOS CON ABRAHAM
EL EVANGELIO DE ACUERDO A LA TORÁ
Para
poder comprender la Biblia completamente de Génesis a Revelación,
DEBES comprender el pacto que Dios hizo con Abraham. La mayoría
de los cristianos no se dan cuenta de la importancia del pacto
que Dios hizo con Abraham. Aún más, la mayoría de los cristianos
no ven que el pacto de Dios con Abraham sea relevante hoy en día.
De hecho, no puedes comprender cómo está tan entrelazado y
conectado al Nuevo Testamento, al menos que comprendas el pacto
que Dios hizo con Abraham. No podrás comprender cómo la profecía
bíblica de los últimos tiempos está tan fuertemente asociada con
los acontecimientos principales del mundo, tal como el proceso
de paz Árabe/Israelí y la lucha por Jerusalén, a menos que tú
comprendas el pacto que Dios hizo con Abraham. El pacto que Dios
hizo con Abraham es un pacto SEMPITERNO (Génesis
17:7). El pacto que Dios hizo con Abraham es el evangelio
del Reino de Dios (Gálatas 3:8). En
este capítulo, estudiaremos la importancia del pacto que Dios
hizo con Abraham. Haciéndolo así, descubriremos que el evangelio
del Reino de Dios es el evangelio de acuerdo a la Torá.
EL PACTO DE DIOS CON ABRAHAM FUE HECHO
CON JESÚS
El plan redentor
de Dios completo será cumplido de acuerdo al pacto que Dios
hizo con Abraham. Por esta razón, Abraham es llamado el
padre de nuestra fe (Romanos 4:16).
Aún más, Dios
nos dice que hemos de mirar a (comprender el pacto que Dios
hizo con) Abraham nuestro padre y a Sara que nos dio a luz.
En Isaías 51:1-4 está escrito:
-
"Oídme, los que
seguís la justicia, los que buscáis al Señor. Mirad a la
piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la
cantera de donde fuisteis arrancados. Mirad a Abraham
vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando
no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije y lo
multipliqué. Ciertamente consolará el Señor a Sión…Estad
atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de
mí saldrá la TORÁ, y mi justicia para luz de los pueblos"
En
Génesis 12:1-3, 7 Dios llamó a
Abraham fuera de Ur de los Caldeos y le prometió que si
seguía en pos de Dios que haría de él una nación grande y le
daría la tierra. En Génesis 17:1-8,
Dios le reafirmó Su pacto a Abraham, según está escrito:
-
"Era Abram de
edad de noventa y nueve años, cuando le apareció el
Señor y le dijo: Yo soy el Dios todopoderoso; anda
delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pactó entre tú
y yo, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram
se postro sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:
he aquí mi pacto es contigo y serás padre de muchedumbre
de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que
será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de
muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera,
y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y
estableceré mi pacto entre tú y yo, y tu descendencia
después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo
para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la
tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad
perpetua; y seré el Dios de ellos"
El pacto que
Dios hizo con Abraham fue hecho con Jesús al mismo tiempo.
En Gálatas 3:16 está escrito:
-
"Ahora bien, a
Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No
dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino
como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo".
Todos los
creyentes que han aceptado a Jesús como su Señor y Salvador
personal son herederos del pacto que Dios hizo con Abraham.
En Gálatas 3:29 está escrito:
-
"Y si vosotros
sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y
herederos según la promesa."
SIETE PROMESAS DEL PACTO QUE DIOS HIZO
CON ABRAHAM
- La semilla de Abraham será extremadamente fructífera
(Génesis 17:6)
- Naciones saldrán de Abraham (Génesis
17:6)
- Reyes saldrán de Abraham (Génesis
17:6)
- El pacto es con la simiente de Abraham (Génesis
17:7)
- El pacto de Dios con Abraham es perpetuo (Génesis
17:7)
- La simiente de Abraham poseerá la tierra de Canaán (Génesis
17:8)
- La posesión de la tierra de Canaán es una posesión
perpetua (Génesis 17:8)
Estas siete
promesas nunca se han cumplido en su plenitud. Aún así, el
pacto de Dios hecho a Abraham será cumplido físicamente y
espiritualmente. Puesto que el pacto que Dios hizo con
Abraham es perpetuo y eterno, estas promesas son todavía
válidas hoy, y serán cumplidas a través de los
acontecimientos de la segunda venida de Jesús en el Milenio
en la Edad Mesiánica.
DE ABRAHAM A ISAAC Y JACOB
De Abraham, el
pacto fue pasado a Isaac. En Génesis
26:1-4, está escrito:
-
"Después hubo
hambre en la tierra, además de la primera hambre que
hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec
rey de los filisteos, en Gerar. Y se le apareció el
Señor, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la
tierra que te daré. Habita como forastero en esta tierra
y estaré contigo, y te bendeciré: porque a ti y a tu
descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el
juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu
descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu
descendencia todas estas tierras; y todas las naciones
de la tierra serán benditas en tu simiente."
De Abraham, el
pacto que Dios hizo con él fue pasado a Isaac y, entonces, a
Jacob. En Génesis 28:10, 13-14
está escrito:
-
"Salió, pues,
Jacob de Beerseba, y fue a Harán…Y he aquí, el Señor
estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy el
Señor, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac;
la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu
descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la
tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al
norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán
benditas en ti y en tu simiente."
Más tarde, Dios
reiteró Su promesa a Jacob y cambió su nombre a Israel. En
Génesis 35:9-12 está escrito:
-
"Apareció otra
vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y
le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se
llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre;
y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy
el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y
conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán
de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac,
la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la
tierra."
DE ABRAHAM A ISAAC, A JACOB Y A LOS HIJOS
DE ISRAEL
Jacob tenía doce
hijos que se convirtieron en las cabezas de las doce tribus
de Israel. En Génesis 49:1-28,
Jacob bendice a sus doce hijos. En
Génesis 49:28 está escrito:
-
"Todos éstos
fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su
padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su
bendición los bendijo."
LA BENDICIÓN COMPLETA DE ABRAHAM
FUE DADA A EFRAÍN Y MANASÉS
Uno de los doce
hijos de Jacob era José. La bendición de Abraham, Isaac y
Jacob es otorgada sobre los hijos de José, Efraín y Manasés.
Jacob adopta a los hijos de José y les da la bendición del
pacto que Dios hizo a Abraham, Isaac, y Jacob y les son
dados los derechos de primogenitura y el cumplimiento
fructífero del pacto de Abraham. En
Génesis 48:3-6, está escrito:
-
"Y dijo a José:
El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de
Canaán, y me bendijo, y me dijo: He aquí yo te haré
crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de
naciones; Y daré esta tierra a tu descendencia después
de ti por heredad perpetua. Y ahora tus dos hijos Efraín
y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes
que viniesen a ti a la tierra de Egipto, míos son, como
Rubén y Simeón, serán míos. Y los que después de ellos
has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus
hermanos serán llamados en sus heredades."
Rubén y Simeón
son los primogénitos de Jacob. La doble porción de la
bendición de la herencia pertenece al hijo primogénito. No
sólo está adoptando Jacob a Efraín y Manasés dentro de su
familia dándoles su bendición, sino que les está siendo dada
la doble porción de la bendición del primogénito. La
bendición de Jacob sobre Efraín y Manasés ha sido registrada
en Génesis 48:12-16, según está
escrito:
-
"Entonces José
los sacó de entre sus rodillas, y se inclinó a tierra. Y
los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la
izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la
derecha de Israel; y los acerco a él. Entonces Israel
extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de
Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la
cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede,
aunque Manasés era el primogénito. Y bendijo a José,
diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis
padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde
que yo soy hasta este día, el ángel que me liberta de
todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en
ellos mi nombre, y el nombre de mis padre Abraham e
Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la
tierra."
EFRAÍN ES UN CUADRO PROFÉTICO DE LA NOVIA
DE CRISTO
Generalmente
hablando, Efraín es un cuadro del Cristianismo. Más
específicamente, Efraín es un cuadro espiritual de la Novia
de Cristo. ¿Cómo es esto así?
Cuando Jacob
bendecía a Efraín y Manasés, cruzó sus manos mientras que
impartía la bendición. Normalmente, la bendición del padre
es dada con la mano derecha y puesta sobre el hijo mayor. La
mano izquierda se pondría sobre el hijo menor. La mano
derecha es simbólica de fuerza y autoridad. Sin embargo,
cuando Jacob bendijo a Efraín y Manasés, Jacob dio la
bendición de la mano derecha a Efraín, el menor, y la
bendición de la mano izquierda a Manasés, el mayor.
Haciéndolo así, Jacob cruzó sus manos cuando impartía la
bendición. La cruz es simbólica del Cristianismo.
Efraín es un
cuadro espiritual de la Novia de Cristo. La palabra Efraín
es la palabra 669 del Diccionario de Strong. La palabra
hebrea, Efraín, significa "fruto doble." Ser
sumamente fructífero fue una promesa que Dios hizo a Abraham
referente a su simiente (Génesis 17:6).
Ser sumamente fructífero sólo se puede conseguir a través de
la ayuda del Espíritu Santo. Jesús oró que Sus seguidores
fueran sumamente fructíferos (Juan
15:8). Todos los creyentes que aceptan a Jesús como
el Mesías y son sumamente fructíferos serán la Novia de
Cristo. Estos creyentes consistirían tanto de judíos
naturales y no judíos e incluirían a Abraham, Isaac, Jacob y
David.
Porque hay
muchas enseñanzas equivocadas que existen referente a
Efraín, permítanme esta oportunidad para decir lo que es
Efraín, y lo que no es Efraín. Efraín es un CUADRO
ESPIRITUAL de una característica de la Novia de Cristo.
Efraín NO es lo siguiente:
- Efraín NO está asociado con el Israelismo Británico
- Efraín NO está asociado con la supremacía blanca
- Efraín NO está asociado con la teología del
reemplazo
- Efraín NO representa todo el Cristianismo
Efraín es un
cuadro espiritual de la Novia de Cristo que es SUMAMENTE
FRUCTÍFERA para el reino de los cielos. Esta estaría
compuesta por creyentes que son judíos de nacimiento y
aquellos creyentes que no son nacidos judíos.
Aquellos
cristianos que no son sumamente fructíferos tienen la
característica de Manasés. Manasés es la palabra 4519 del
Diccionario de Strong. La palabra hebrea, Manasés significa
"olvidadizo." Manasés es profético de aquellos
creyentes que "olvidan" amar a Dios con todo su
corazón, mente, alma y fuerzas y no crecen hacia la madurez
espiritual y no son sumamente fructíferos para el reino de
Dios. Manasés es un cuadro espiritual de aquellos creyentes
que estarán en el cielo pero no serán la Novia de Cristo.
Efraín es un cuadro espiritual de aquellos creyentes que
estarán en el cielo y serán la Novia de Cristo.
¿CÓMO SON EFRAÍN Y MANASÉS UN CUADRO
ESPIRITUAL DEL CRISTIANISMO?
- La bendición de Efraín fue impartida sobre él cuando
Jacob cruzó sus manos (Génesis
48:13-14)
- Efraín fue ADOPTADO en la familia de Jacob. Los
creyentes en Yeshúa son adoptados en la familia de Dios
(Romanos 8:14-17, 22-23; Gálatas 4:4-6))
- Efraín es la palabra 669 de Strong y significa, "oble
fruto." Dios prometió a Abraham que sus
descendientes serían sumamente fructíferos (Génesis
17:6))
- Efraín es un término para el Reino del Norte de
Israel que olvidaron la Torá de Dios. También lo ha
hecho el Cristianismo (Oseas 8:12)
- Efraín, el Reino del Norte, instituyó una
sustitución del lugar de adoración (Dan y Bet-el) en
lugar de Jerusalén (1ª Reyes 12:29;
Deuteronomio 16:16). El
Cristianismo adora en una iglesia en lugar de una
sinagoga donde Jesús adoró.
- Efraín, el Reino del Norte, instituyó fiestas
sustitutivas en lugar de observar las fiestas que Dios
dio en Levítico 23 (1ª Reyes
12:32-33). El Cristianismo ha adoptado la Navidad
(Christmas) y Pascua del Mithraismo Romano antes que
guardar las fiestas bíblicas que Dios dio en
Levítico 23.
- Efraín, el Reino del Norte, instituyó un sustituto
del sacerdocio en lugar de tener sacerdotes de la tribu
de Leví (1ª Reyes 12:31).
El Cristianismo permite pastores y sacerdotes como
ministros de las ovejas de Dios que no han sido ungidos
y llamados por Dios en su oficio y ministerio.
- Efraín, el Reino del Norte, mezcló el paganismo con
la verdadera adoración del Dios de Israel y lo llamó la
verdadera adoración del Dios de Israel. Dios lo llamó a
esto el sistema de adoración del becerro de oro (1ª
Reyes 12:28). El Cristianismo ha mezclado las
prácticas y creencias de Roma y Babilonia con la
verdadera adoración del Dios de Israel, y lo llama la
verdadera adoración del Dios Israel.
- Así como Efraín (un cuadro del Cristianismo) nació
en Egipto (el mundo), la Novia de Dios (un remanente de
creyentes en Jesús) son llamados para que dejen el
sistema babilónico religioso de adoración a Dios (Génesis
48:3-6; Zacarías 2:7;
Revelación 18:4).
LIBERACIÓN DE EGIPTO EN NOMBRE DEL
PAPACTO DE DIOS CON ABRAHAM
En el Monte
Sinaí, el pacto que Dios hizo con Abraham fue hecho con las
doce tribus de Jacob, los hijos de Israel. En
Éxodo 19:1,3 está escrito:
-
"ont color="#ff0000">En el mes tercero
de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto,
en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí… Y Moisés
subió a Dios; y el Señor lo llamó desde el monte, diciendo:
Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de
Israel."
Dios
sacó a los hijos de Israel de Egipto por causa del pacto que Él
había hecho con Abraham. En Génesis
15:13-14 está escrito:
-
"Entonces el Señor
dijo a Abram: ten por cierto que tu descendencia morará en
tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida
cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual
servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran
riqueza."
Dios
llamó a Moisés en nombre del pacto que Dios hizo con Abraham. En
Éxodo 2:23-25 está escrito:
-
"Aconteció que
después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos
de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y
subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su
servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de
su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos
de Israel, y los reconoció Dios."
Moisés
liberó a los hijos de Israel de Egipto por la poderosa mano de
Dios. Después de que Dios liberase a los hijos de Israel de
Egipto y de la servidumbre de Faraón, Dios instruyó a Moisés que
llevase a los hijos de Israel al Monte Sinaí. En
Éxodo 3:1, 11-12 está escrito:
-
"Apacentando Moisés
las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó
las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte
de Dios…Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para
que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será
por señal de que yo te he enviado; cuando hayas sacado de
Egipto al pueblo, serviréis a Dios en este monte."
En
Éxodo 19:1-3, Moisés trajo a la
casa de Jacob, los hijos de Israel, al Monte Sinaí para servir a
Dios.
EL PACTO DE DIOS CON ABRAHAM FUE HECHO CON EL
DESCENDIENTE DE ABRAHAM EN EL MONTE SINAÍ
Mucha
gente mira al pacto que Dios hizo con Abraham y la Torá que Dios
hizo con los hijos de Israel en el Monte Sinaí como
acontecimientos independientes y dos pactos separados. En
realidad, son el mismo pacto. La distinción es que primeramente
Dios hizo Su pacto sólo con Abraham y Jesús. Físicamente, la
Torá que Dios dio en el Monte Sinaí fue dada a los descendientes
de Abraham así como Dios había prometido (Génesis
17:7). Espiritualmente, la Torá que Dios dio en el Monte
Sinaí fue dada a los creyentes en Jesús como el Mesías (Gálatas
3:29). Físicamente, la Torá que fue dada en el Monte
Sinaí, no fue hecha solamente con los hijos de Israel que
estaban presentes sino también con todas las generaciones
futuras. En Deuteronomio 29:14-15
está escrito:
-
"Y no solamente con
vosotros hago este pacto, y es te juramento, sino con los
que están aquí presentes hoy con vosotros delante del Señor
nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros."
Espiritualmente,
la Torá que fue dada en el Monte Sinaí fue también dada a todos
los que aceptan a Jesús como el Mesías. En
1ª Corintios 10:1-4 está escrito:
-
"Porque no quiero,
hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron
bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés
fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron
el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma
bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que
los seguía, y la roca era Cristo."
Físicamente,
en el Monte Sinaí, Dios deseaba hacer de Su pueblo un Reino de
Sacerdotes. En Éxodo 19:5-6 está
escrito:
-
"Ahora, pues, si
diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto (el
pacto que Dios hizo con Abraham),
vosotros seréis mi especial tesoro, sobre todos los pueblos;
porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino
de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que
dirás a los hijos de Israel."
Espiritualmente,
Dios desea hacer de todos los creyentes una nación de
sacerdotes. En 1ª Pedro 2:5, 9 está
escrito:
-
"Vosotros también,
como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo… Mas vosotros sois
linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios…"
Físicamente,
la Torá que fue dada en el Monte Sinaí se hizo con los
descendientes de Abraham, tal y como Dios había prometido a
Abraham (Génesis 17:7). En
realidad, la Torá de Dios ha existido desde el principio del
tiempo. La Palabra de Dios es Su Torá. Jesús es la Torá viviente
(Juan 1:1-2). El árbol de la vida
en el Huerto del Edén era la Torá (Proverbios
3:1, 8). La Torá, el Árbol de la Vida, será dada en el
futuro para la sanidad de las naciones (Isaías
2:2-3; Revelación 22:1-2).
LOS HIJOS DE ISRAEL SE CONVIRTIERON
EN NACIÓN EN EL MONTE SINAÍ
Como
ya hemos expuesto, Dios llamó a Moisés en nombre del pacto que
Dios hizo con Abraham (Génesis 15:1-5,
13-14, 18-21; Éxodo 2:23-25;
3:15-17) para liberar a los hijos
de Israel de la esclavitud de los Egipcios. Puesto que la Torá
ha existido desde el principio del tiempo, y porque el árbol de
la vida en el Huerto del Edén era la Torá, y porque Abraham
guardó la Torá de Dios (Génesis 26:5),
la entrega de la Torá en el Monte Sinaí a los hijos de Israel NO
era un pacto separado del pacto que Dios hizo con Abraham. Era
el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham que sus
descendientes cumplirían el pacto que Dios hizo con Abraham.
Si
estas cosas son verdaderas, entonces, ¿cuál fue el significado
de la entrega de la Torá a los hijos de Israel en el Monte
Sinaí? El significado de la entrega de la Torá de Dios a los
hijos de Israel en el Monte Sinaí era que el pacto que Dios hizo
con Abraham sería extendido a los descendientes de Abraham y
ellos se convertirían en UNA NACIÓN SANTA PARA DIOS. Nunca antes
en la historia había hecho Dios un pacto con una NACIÓN
específica de personas. En Éxodo 19:5-6
está escrito:
-
"Ahora, pues, si
diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros
seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque
mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de
sacerdotes, y GENTE ( NACIÓN)
SANTA…"
DIOS SE DESPOSÓ ÉL MISMO CON ISRAEL EN EL
MONTE SINAÍ
En
el Monte Sinaí, Dios mismo se desposó con los hijos de Israel y
entró en un contrato de matrimonio con ellos. En
Jeremías 2:1-3 está escrito:
-
"Vino a mi palabra
del Señor diciendo: Anda y clama a los oídos de Jerusalén,
diciendo: Así dice el señor: Me he acordado de ti, de la
fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando
andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
Santo era Israel al Señor, primicias de sus nuevos frutos.
Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre
ellos, dice el Señor."
Hay
dos etapas en la boda bíblica. La primera etapa es el desposorio
y la segunda etapa es la consumación del matrimonio. Durante el
desposorio, estás legalmente casado con la novia pero no habitas
físicamente con ella.
En
el Monte Sinaí, Dios mismo se desposó con Israel y entro en un
contrato de matrimonio con ella. Para que el matrimonio sea
legal tanto la novia como el novio deben estar de acuerdo con
los términos del matrimonio. Los términos del matrimonio están
recogidos en un documento de matrimonio conocido como Ketuvá.
Cuando Dios mismo se desposó con Israel en el Monte Sinaí,
la Ketuvá o contrato de matrimonio fue la Torá. Los hijos
de Israel aceptaron los términos de las condiciones de
matrimonio cuando dijeron Sí, o lo haremos. En
Éxodo 19:8 está escrito:
-
"Y todo el pueblo
respondió a una, y dijeron: Todo lo que el Señor ha dicho,
haremos…"
Los
términos y las condiciones del matrimonio incluían la bendición
por la obediencia y la maldición por la desobediencia según se
hace constar en Levítico 26 y
Deuteronomio 28. Para poder
comprender el pacto que Dios hizo con Abraham, necesitamos
comprender las bendiciones y las maldiciones y las consecuencias
de ambas acciones.
La
boda bíblica que Dios dio al pueblo judío siempre tendrá dos
testigos. Son llamados los amigos del novio. Uno es asignado al
novio y el otro a la novia. Espiritualmente, los dos testigos de
que Jesús es el Novio y el Mesías son la Torá y los profetas.
Jesús habló a Sus discípulos que la Torá, los Profetas y las
Escrituras son un testigo de que Él es el Mesías (Lucas
24:36, 44).
Cuando
Dios mismo se desposó con Israel en el Monte Sinaí, Moisés fue
visto como uno de los dos testigos, cuyo trabajo principal
consistía en escoltar a la Novia (Israel) para encontrar al
Novio debajo de la jupá (Monte Sinaí). En
Éxodo 19:17, Moisés es visto escoltando a Israel hasta el
Monte Sinaí que es un tipo de jupá (dosel nupcial) según esta
escrito:
-
"Y Moisés sacó
(escoltó) del campamento al
pueblo de Dios para recibir a Dios; y se detuvieron al pie
del monte."
¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL DEL
DESPOSORIO?
El
matrimonio de los hijos de Israel con Dios en el Monte Sinaí es
profético de cuando Dios contraiga matrimonio con la Novia
espiritual en la jupá espiritual que es el cielo.
Espiritualmente hablando, todo el que acepta a Jesús como el
Mesías en su corazón y vida confiando en Su sangre derramada
sobre el madero/cruz para el perdón de sus pecados se desposa
con Jesús, nuestro Novio. Hasta el tiempo de la resurrección de
los muertos y la cena de las bodas del Cordero, estamos
legalmente casados con Jesús, nuestro Novio, pero no vivimos
físicamente con Él todavía.
La
ketuvá (contrato matrimonial) para todos los creyentes que
aceptan a Jesús en su vida y corazón es la Torá escrita sobre
nuestros corazones. Este es el Nuevo Pacto (Jeremías
31:33; Hebreos 10:15-16).
Durante el tiempo de la segunda venida de Jesús, la Novia de
Cristo entrará en la segunda etapa de la boda bíblica y morará
físicamente con Jesús durante la Edad Mesiánica y por toda la
eternidad.
LA IMPORTANCIA DE LA ENTREGA DE
LA TORÁ EN EL MONTE SINAÍ
La
Torá que fue dada a la NACIÓN de Israel en el Monte Sinaí es
fundamental para comprender el resto de la Biblia y el pacto que
Dios hizo con Abraham. Examinaremos el significado de este
acontecimiento:
- En el Monte Sinaí, Dios mismo se desposó con Israel.
Este es el primer paso de los dos pasos del matrimonio. (Jeremías
2:2-3)
- Dios dio los Diez Mandamientos
- Dios estableció e instituyó el Sacerdocio
- Dios ordenó la construcción del Tabernáculo
- DiDios dio instrucciones referente al Shabat y las fiestas
- Dios dio un sistema de sacrificios para expiar los
pecados del pueblo para que pudieran acercarse a Dios
- Dios dio un sistema de tribunal civil y religioso
- El SUMO SACERDOTE había de ser el gobernador del
sistema de tribunal religioso. Su obligación era
dictar sentencia para el pueblo basado en la Torá de
Dios (Deuteronomio 17:8-11;
Daniel 7:13-14).
Espiritualmente, Jesús es el SUMO SACERDOTE de
Dios (Hebreos 3:1, 4:14)
- El REY había de ser gobernador del sistema del
tribunal civil. El Rey debía conocer la Torá de Dios
(Deuteronomio 17:14-20)
JESÚS Y SU NOVIA SERÁN REYES Y
SACERDOTES SOBRE LA TIERRA
- Jesús es el REY sobre toda la tierra (Zacarías
14:9; Filipenses 2:9-11)
y sobre el gobierno basado en la Torá de Dios durante la
Edad Mesiánica (Isaías 9:6).).
Jesús es TANTO EL SUMO SACERDOTE COMO EL REY delante de
Dios (Hebreos 3:1, 4:14, 7:1-4, 21-22;
Revelación 19:11,13, 15-16)
- La Novia de Dios es TANTO reyes y sacerdotes delante
de Dios (Éxodo 19:5-6; 1ª Pedro
2:5, 9; Revelación 1:5-6, 5:10)
La Novia de
Dios gobernará y reinará con Jesús durante la Edad
mesiánica y por la eternidad como reyes teniendo
autoridad sobre la gente de la tierra y haciendo juicios
como sacerdotes de acuerdo a la Torá (Isaías
2:2-4).
Como hemos
visto en el capítulo 12, la Torá es un anteproyecto del
cielo. Por lo tanto, todo lo que Dios dio a los hijos de
Israel en el Monte Sinaí es un anteproyecto del cielo y
un cuadro espiritual de la eternidad. El tabernáculo es
un anteproyecto del cielo (Éxodo
25:8-9; Hebreos 8:5;
Revelación 21:1-3). El
Shabat, las fiestas, y la nueva luna son un anteproyecto
del cielo y una cuadro espiritual de la eternidad (Colosenses
2:16-17; Zacarías 14:16;
Isaías 66:22-23;
Revelación 21:1).p>
EL CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA DE DIOS A
ABRAHAM ESTA CONDICIONADO A LA OBEDIENCIA A DIOS Y SU TORÁ
Dios
prometió a Abraham que él sería el padre de reyes y naciones que
serían sumamente fructíferos y heredarían una tierra prometida (Génesis
17:1-8). Para poder cumplir esta promesa que Dios hizo a
Abraham, dependía de que Dios tuviera un pueblo obediente que
guardara Su Torá. Dios quería que Su pueblo guardara Sus
mandamientos (Torá) y amase a Dios con todo su corazón, alma,
mente, y fuerzas. En Deuteronomio 10:12-13
está escrito:
-
"Ahora, pues,
Israel, ¿qué pide el Señor tu Dios de ti, sino que temas al
Señor tu Dios, y que lo ames, y sirvas al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma; Que guardes los
mandamientos del Señor, y sus estatutos, que te prescribo
hoy, para que tengas prosperidad?"
Para
poder tener una nación de gente que serían reyes y sacerdotes
delante de Él y que heredarían la tierra que Dios había
prometido a Abraham, dependía de que el pueblo de Dios guardara
Su Torá con todo su corazón, mente, alma y fuerzas. En
Deuteronomio 4:5-9 está escrito:
-
"Mirad, yo os he
enseñado estatutos y decretos, como el Señor mi Dios me
mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual
entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y
ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y
vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los
cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente
pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué
nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como
lo está el Señor nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y
¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios JUSTOS
COMO ES TODA ESTA LEY (TORÁ)
que yo pongo hoy delante de vosotros?
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para
que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se
aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien,
las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos."
Los
términos y las condiciones del pacto de Dios con Abraham
expresados por medio de la entrega de la Torá de la nación de
Israel en el Monte Sinaí se puede ver en
Levítico 26 y Deuteronomio 28.
El aspecto condicional de la obediencia a la Torá para poder
recibir las bendiciones se puede ver en
Deuteronomio 28:1-2 según está escrito:
-
"Acontecerá que si
oyeres atentamente la voz del Señor tu Dios, para guardar y
poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo
hoy, también el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las
naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas
bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz del Señor tu
Dios."
La
conexión con Dios cumpliendo el pacto que Él hizo con Abraham
con el pueblo de Dios siendo obediente a Su Torá se puede ver
también en Levítico 26:1-2. En este
pasaje de la Escritura, podemos ver lo siguiente:
SI
tú andas en mis estatutos y guardas mis mandamientos y los haces
(Levítico 26:3)… entonces Dios
dará:
- La lluvia en su tiempo (Levítico
26:4)
- Paz en la tierra (Levítico 26:6)
- Victoria sobre tus enemigos (Levítico
26:7)
- Fructificará y multiplicará (Levítico
26:9)
- Establecerá el Pacto de Dios (Levítico
26:9)
- Colocará el tabernáculo de Dios entre nosotros (Levítico
26:11; Revelación 21:2-3)
- Seréis llamado mi pueblo (Levítico
26:12; Revelación 21:2-3)
La
colocación del tabernáculo de Dios entre nosotros y ser llamados
"Su pueblo" es la terminología para describir a Dios
morando con Su Novia (Levítico 26:11-12
= Revelación 21:1-3)
DIOS PROMETIÓ A ABRAHAM UNA TIERRA PARA SU
PUEBLO
La
plenitud del pacto que Dios hizo con Abraham era que el pueblo
de Dios morase en la tierra prometida, guardando la Torá y Dios
morando con Su pueblo. Cuando Dios hizo un pacto con Abraham,
Dios prometió a Abraham la tierra desde el Eufrates hasta el
Nilo como su herencia incluyendo la tierra de Canaán (Génesis
15:18-21; Génesis 17:8).
EL CASTIGO POR LA DESOBEDIENCIA ERA
LA DISPERSIÓN ENTRE LAS NACIONES
Si
el pueblo de Dios era desobediente a Dios y a la Torá de Dios,
serían castigados siendo esparcidos por todas las naciones de la
tierra. En Deuteronomio 28:15, 36-37, 45
está escrito:
-
"Pero acontecerá
que si oyeréis atentamente la voz del Señor tu Dios, para
guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te
prescribo hoy, también el Señor tu Dios te exaltará sobre
todas las naciones de la tierra… El Señor te llevará a ti, y
al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no
conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses
ajenos, al palo y a la piedra. Y serás motivo de horror, y
servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los
cuales te llevará el Señor… Y vendrán sobre ti todas estas
maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que
perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz del Señor
tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que
él te mandó."
DIOS ADVIERTE SOBRE ADOPTAR
LOS CAMINOS DE OTRAS NACIONES
Dios
también instruyó a los hijos de Israel que cuando entrasen en la
tierra de Canaán debían destruir completamente la cultura de los
Cananeos. En Deuteronomio 7:1-5
está escrito:
-
"Cuando el Señor tu
Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás
para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas
naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al
ferezeo, al heveo, y al jebuseo, siete naciones mayores y
más poderosas que tú. Y el Señor tu Dios las haya entregado
delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del
todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas
misericordia. Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija
a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque
desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses
ajenos; y el furor del Señor se encenderá sobre vosotros, y
te destruirá pronto. Mas así habéis de hacer con ellos: sus
altares destruiréis y quebraréis sus estatuas, y destruiréis
sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el
fuego."
En
este pasaje de la Escritura, Dios advirtió al pueblo que no
mezclaran el paganismo con la adoración al Dios de Israel. En la
sección anterior, vimos que Dios dijo que el castigo por
desobedecer Su Torá era la dispersión a otras naciones de la
tierra. Cuando estas cosas sucedieran, el pacto que Dios hizo
con Abraham no se podía cumplir hasta que el pueblo de Dios
volviese a la Torá y la guardase con todo su corazón, mente,
alma y fuerzas. Si el pueblo de Dios se arrepentía cuando
estuvieran esparcidos por las naciones de la tierra, Dios
prometió redimir a Su pueblo y traerlos de vuelta a la tierra
prometida y cumplir la promesa que Él hizo a Abraham. En
Deuteronomio 30:1-5 está escrito:
-
"Sucederá que
cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la
bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te
arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te
hubiere arrojado el Señor tu Dios, y te convirtieres al
Señor tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que
te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda
tu alma, entonces el Señor hará volver a tus cautivos, y
tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre
todos los pueblos adonde te hubiere esparcido el Señor tu
Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes
más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá el
Señor tu Dios, y de allá te tomará; y te hará volver el
Señor tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será
tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus
padres."
LOS HIJOS DE ISRAEL SON ORDENADOS
QUE POSEAN LA TIERRA PROMETIDA
Dios
ordenó a los hijos de Israel por medio de la palabra de Moisés
que poseyeran la tierra que Dios había prometido a Abraham. En
Deuteronomio 1:3, 5, 8 está
escrito:
-
"Y aconteció que a
los cuarenta años, en el mes undécimo, el primero del mes,
Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las
cosas que el Señor le había mandado acerca de ellos… De este
lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar
esta ley, diciendo…Mirad, yo os he entregado la tierra;
entrad y poseed la tierra que el Señor juró a vuestros
padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su
descendencia después de ellos."
LOS DOCE ESPÍAS RECONOCEN LA TIERRA PROMETIDA
EnEn
Números 13:1-17, Dios ordenó a
Moisés que reconociera la tierra de Canaán que Dios había
prometido a los hijos de Israel por medio del pacto que Él hizo
con Abraham. Un resumen de los acontecimientos es como sigue:
- Dios envió doce espías, uno de cada tribu para
reconocer la tierra que Dios prometió a Abraham que
poseería (Números 13:1-17)
- Sólo Josué y Caleb volvieron con las noticias de que
los hijos de Israel podían poseer la tierra que Dios
había prometido
- Josué era de la tribu de Efraín (el Reino del
Norte)
- Caleb era de la tribu de Judá (Reino del Sur)
- Diez espías volvieron con un mal informe pero Josué
y Caleb volvieron con un buen informe (Números
13:17-20, 25-33)
- Espiritualmente, los diez espías = creyentes
carnales con ojos naturales (Números
14:20-23)
- Josué/Caleb = creyentes maduros con ojos
espirituales (Números 14:24)
- El castigo de Dios por un mal informe fue viajar 40
años por el desierto. Un año para cada día de
reconocimiento (Números 14:26-34)
DIOS ORDENA A JOSUÉ QUE CONQUISTE
LALA TIERRA PROMETIDA
Cuando Dios
ordenó a Josué y a los hijos de Israel que entraran en la
tierra prometida, Dios reiteró a Josué la promesa que Él
había hecho a Abraham. En Josué 1:1-4
está escrito:
-
"Aconteció
después de la muerte de Moisés siervo del Se����or, que el
Señor habló a Josué hijo de Nun, servidor de Mois��s,
diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues,
levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a
la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he
entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que
pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el
Libano hasta el río Eufrates, toda la tierra de los
heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será
vuestro territorio."
LOS HIJOS DE ISRAEL SÓLO POSEEN PARTE r />
DEDE LA TIERRA PROMETIDA
Después de la
muerte de Josué, los hijos de Israel poseyeron (en parte) la
tierra que Dios prometió (Josué
21:43-45). Los hijos de Israel no poseyeron la
PLENITUD de la tierra que Dios prometió a Abraham, Dios
prometió a Abraham que Sus descendientes poseerían la tierra
desde el Nilo hasta el Eufrates (Génesis
15:18-21) incluyendo la tierra de Canaán (Génesis
17:8).
Puesto que la
promesa que Dios hizo a Abraham es un pacto ETERNO (Génesis
17:7-8), entonces el pacto que Dios hizo con Abraham
está todavía por cumplirse, y por lo tanto, está todavía
vigente hoy. Para poder comprender el trasfondo bíblico y la
solución a los acontecimientos perturbadores en el Oriente
Próximo entre los árabes y los israelitas y la batalla por
el control de Jerusalén, se necesita comprender la PLENITUD
del pacto de Dios hecho a Abraham. El pacto de Dios con
Abraham no se cumplirá hasta que Jesús vuelva a reinar
durante el Milenio en el Reino Mesiánico con su Novia.
DIOS ASIGNA JUECES PARA TERMINAR DE
CONQUISTAR LA TIERRA PROMETIDA
A continuación
de la muerte de Josué, entramos en el período de los Jueces.
Durante este período, había tierra sin conquistar que Dios
había prometido a los hijos de Israel por medio de pacto que
Dios hizo con Abraham (Jueces 1:27-33).
Durante este tiempo, Dios permitió que parte de la tierra
que Dios prometió a Abraham quedara sin conquistar para
probar los corazones de los hijos de Israel para determinar
si serían obedientes a la Torá de Dios y creían en el pacto
que Dios había hecho con Abraham. En
Jueces 3:1-4 está escrito:
-
"Estas, pues,
son las naciones que dejó el Señor para probar con ellas
a Israel, a todos aquéllos que no habían conocido todas
las guerras de Canaán; solamente para que el linaje de
los hijos de Israel conociese la guerra, para que la
enseñasen a los que antes no la había conocido; los
cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos,
los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte
Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a
Hamar. Y fueron para probar con ellos a Israel, para
saber si obedecerían a los mandamientos del Señor, que
él había dado a sus padres por mano de Moisés."i>
LOS PECADOS DE LOS HIJOS DE ISRAEL
EN LA TIERRA PROMETIDA
Cuando
Dios dio la Torá a los hijos de Israel en el Monte Sinaí, Él dio
instrucciones específicas al pueblo referente a cómo debían
conducirse en la presencia de otras naciones que habitaban en la
tierra de Canaán (Deuteronomio 7:1-5).
En estos versículos vemos que Dios ordenó las siguientes cosas:
- No debían casarse con las hijas de las naciones que
habitaban en la tierra de Canaán
- No servir a los dioses de las naciones que habitaban en
la tierra de Canaán
- Destruir los lugares de adoración de las naciones que
habitaban en la tierra de Canaán incluyendo sus altares,
ídolos y lugares altos
Espiritualmente,
Dios pide las mismas cosas a Su pueblo hoy. Esta misma cultura
que existía durante los días cuando los hijos de Israel fueron
instruidos que conquistasen la tierra prometida, todavía existe
hoy. Esta cultura es un sistema de valores babilónico basada en
los sistemas del mundo y sus caminos. Dios continúa ordenando
todavía a Su pueblo de salir y no participar en las prácticas de
esta cultura basada en Babilonia.
Sin
embargo, aún hoy en día, el pueblo de Dios sigue cometiendo el
mismo pecado que el de los hijos de Israel. Participan en el
sistema de valores del mundo antes que separarse de él. Así como
Dios juzgó a los hijos de Israel por su desobediencia, Dios
también juzgará a Su pueblo hoy de igual manera. Por esta razón,
en Revelación 18:4 está escrito:
-
"Y oí otra voz del
cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no
seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus
plagas."
Mientras
estuvieron en la tierra de Canaán, los hijos de Israel se
olvidaron de la Torá de Dios y del pacto que Dios hizo con
Israel. Sirvieron a los dioses de las naciones de Canaán (Jueces
2:12) y se mezclaron en matrimonio con su pueblo (Jueces
3:5-6). Por causa de estos pecados, los hijos de Israel
no conquistaron la tierra que Dios había prometido a Abraham.
Por lo tanto, la PLENITUD de la promesa que Dios hizo a Abraham
quedó incumplida. No obstante, cuando los hijos de Israel se
arrepintieron de sus pecados delante de Dios, Dios levantó
Jueces que liberarían a los hijos de Israel de sus enemigos. Sin
embargo, cuando el Juez moría, los hijos de Israel volvían a sus
caminos de pecado y desobediencia a la Torá de Dios (Jueces
2:11-21).
Uno
de los dioses al que sirvieron los hijos de Israel en Canaán era
Astarot (Jueces 2:13). Astarot era
la diosa del sexo y la fertilidad. Su influencia sigue todavía
hoy entre el pueblo de Dios. Astarot es conocido hoy como la
Pascua. La costumbre de los huevos de Pascua y los conejos está
asociada con la adoración de Astarot y la fertilidad de la
tierra y el hombre. Un vistazo sobre el pecado de Israel durante
este tiempo y el juicio de Dios sobre el pueblo por la violación
de la Torá y el incumplimiento del pacto que Dios hizo con
Abraham está registrado en Jueces 2:11-21,
según está escrito:
-
"Después los hijos
de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor, y
sirvieron a los baales. Dejaron al Señor el Dios de sus
padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se
fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que
estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y
provocaron a ira al Señor. Y dejaron al Señor, y adoraron a
Baal y a Astarot. Y se encendió contra Israel el furor del
Señor, el cual los entregó en manos de robadores que los
despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de
alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos. Por
dondequiera que salían, la mano del Señor estaba contra
ellos para mal, como el Señor había dicho, y como el Señor
se lo había jurado; y tuvieron gran aflicción. Y el Señor
levantó jueces que los librasen de mano de los que les
despojaban; pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que
fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se
apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres
obedeciendo a los mandamientos del Señor; ellos no hicieron
así. Y cuando el Señor les levantaba jueces, el Señor estaba
con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el
tiempo de aquel juez; porque el Señor era movido a
misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían
y afligían. Mas acontecía que al morir el juez, ellos
volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo
a dioses ajenos parra servirles, e inclinándose delante de
ellos, y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado
camino. Y la ira del Señor se encendió contra Israel, y
dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a
sus padres, y no obedece a mi voz, tampoco yo volveré más a
arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que
dejó Josué cuando murió."
ISRAEL DESEA UN REY
A
continuación del período de los Jueces, Israel comenzó a pedir
un rey. En 1ª Samuel 8:1, 3-10 está
escrito:
-
"Aconteció que
habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces
sobre Israel…Pero no anduvieron los hijos por los caminos de
su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose
sobornar y pervirtiendo el derecho. Entonces todos los
ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a
Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos
no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un
rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no
agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que
nos juzgue. Y Samuel oró al Señor. Y dijo el Señor a Samuel:
Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te
han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no
reine sobre ellos. Conforme a todas las obras que han hecho
desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a
mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo.
Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra
ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará
sobre ellos. Y refirió Samuel todas las palabras del Señor
al pueblo que le había pedido rey."
Dios
advirtió a Israel que si ellos elegían un rey para que reinase
sobre ellos que el rey les trataría con privaciones. Aún más,
Dios advirtió a los hijos de Israel que cuando ellos clamaran
por causa de la carga impuesta sobre ellos por su rey que Dios
no escucharía ni contestaría sus oraciones. No obstante, los
hijos de Israel desearon y pidieron un rey para que ser como las
demás naciones. Dios se sintió molesto con el pueblo porque Él
quería ser su rey. En 1ª Samuel 8:18-20
está escrito:
-
"Y clamaréis aquel
día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas el
Señor no os responderá en aquel día. Pero el pueblo no quiso
oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre
nosotros; y nosotros seremos también como todas las
naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de
nosotros, y hará nuestras guerras."
LOS PRIMEROS REYES DE ISRAEL
Saúl
se convirtió en el primer rey de Israel (1ª
Samuel 10). Después del reinado de Saúl, David se
convierte en el próximo rey de Israel (1ª
Samuel 16:1-13).
LA PROMESA DE MISERICORDIA DIOS DE PARA DAVID
Como
hemos expuesto anteriormente, David era un hombre conforme al
corazón de Dios (Hechos 13:22)
porque David AMABA la TORÁ de Dios (Salmo
119). Por lo tanto, Dios extendió su misericordia a
David. El pacto de misericordia de Dios con David se encuentra
en 2ª Samuel 7:11-17, según está
escrito:
-
"Desde el día en
que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré
descanso de todos tus enemigos. Asimismo el Señor te hace
saber que él te dará casa. Y cuando tus días sean cumplidos,
y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno
de tu linaje el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré
su reino. Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para
siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me
será a mi hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con
vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; pero mi
misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al
cual quité de delante de ti. Y será afirmada tu casa y tu
reino para siempre delante de tu rostro y tu trono será
estable eternamente. Conforme a todas estas palabras, y
conforme a toda esta visión así habló Natán a David."
La
promesa de misericordia de Dios a David se encuentra en el
Salmo 89:1-4, según está escrito:
-
"Las misericordias
del Señor cantaré perpetuamente; De generación en generación
haré notoria tu fidelidad con mi boca. Porque dije: Para
siempre será edificada misericordia; en los cielos mismos
afirmarás tu verdad. Hice pacto con mi escogido; juré a
David mi siervo diciendo: Para siempre confirmaré tu
descendencia, y edificaré tu trono por todas las
generaciones."
¿POR QUÉ EXTENDIÓ DIOS SU MISERICORDIA
A LA SIMIENTE DE DAVID?
Dios
extendió Su misericordia a David en nombre del pacto que Dios
hizo con Abraham y la Torá que fue dada a los hijos de Israel en
el Monte Sinaí. A pesar de que la nación de Israel se olvidó del
pacto que Dios hizo con Abraham y fue desobediente a la Torá de
Dios y la quebrantó, Dios prometió que Su misericordia sería
extendida a David para que el pacto que Dios hizo con Abraham
fuese cumplido por medio de la venida del Mesías. En el
Salmo 89:20, 24, 28-36 está
escrito:
-
"Hallé a David mi
siervo; Lo ungí con mi santa unción… Mi verdad y mi
misericordia estarán con él y en mi nombre será exaltado su
poder… Para siempre le conservaré mi misericordia, y me
pacto será firme con él. Pondré su descendencia para
siempre, y su trono como los días de los cielos. Si dejaren
sus hijos mi ley (TORÁ),
y no anduvieren en mis juicios, si profanaren mis estatutos,
y no guardaren mis mandamientos, entonces castigaré con vara
su rebelión, y con azotes sus iniquidades. Mas no quitaré de
él mi misericordia, ni falsearé mi verdad. No olvidaré mi
pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios. Una vez he
jurado por mi santidad, y no mentiré a David. Su
descendencia será para siempre y su trono como el sol
delante de mí."
David
recordó a la nación de Israel que no debía olvidar NUNCA el
pacto que Dios hizo con Abraham. En 1ª
Crónicas 16:13-18 está escrito:
-
&q"Oh vosotros, hijos
de Israel su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos, el Señor
él es nuestro Dios; Sus juicios están en toda la tierra, él
hace memoria de su pacto perpetuamente, y de la palabra que
él mandó para mil generaciones, del pacto que concertó con
Abraham, y de su juramento a Isaac; el cual confirmó a Jacob
por estatuto, y a Israel por pacto SEMPITERNO, diciendo: A
ti daré la tierra de Canaán, porción de tu heredad."
Por lo tanto,
Dios extendió Su misericordia a David para que Dios
pudiera cumplir el pacto que Él hizo con Abraham. Esa
promesa incluía la entrega de la tierra de Canaán como
una herencia para los que creerían y obedecerían las
condiciones del pacto de Dios con Abraham. Finalmente,
la promesa de Dios de misericordia para David no era un
pacto separado del pacto que Dios hizo con Abraham sino
una extensión del pacto que Dios hizo con Abraham
mostrando como sería cumplido.
EL REINO DE SALOMÓN
A
continuación del reino de David, Salomón fue hecho rey
de Israel. Salomón es considerado generalmente como una
de las personas más sabias que jamás han vivido. Salomón
escribió la sabiduría de los Proverbios. ¿Pero, por qué
fue tan sabio Salomón? La sabiduría y entendimiento que
Dios dio a Salomón para que gobernase al pueblo de
Israel era un conocimiento de cómo guardar la Torá y los
mandamientos de Dios. Dios se apareció a Salomón en un
sueño y le preguntó lo que quería que le diera el Señor.
Salomón respondió pidiendo a Dios sabiduría para saber
discernir entre lo bueno y lo malo (como guardar la Torá).
En 1ª Reyes 3:9-12, 14 está
escrito:
-
"Da, pues,
a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu
pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo;
porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan
grande? Y agradó delante del Señor que Salomón
pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado
esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste
para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos,
sino que demandaste para ti inteligencia para oír
juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras,
he aquí que he dado corazón sabio y entendido, tanto
que no ha habido antes de ti otro como tú, ni
después de ti se levantará otro como tú… Y si
anduvieres en mis caminos guardando mis estatutos y
mis mandamientos como anduvo David tu padre, yo
alargaré tus días."
Fue durante
el reinado de Salomón que Israel disfrutó de la
conquista de su mayor área de tierra. El reinado de
Salomón es un cuadro profético de cómo serán las cosas
durante el tiempo del Milenio de la Edad Mesiánica.
EL REINO DE SALOMÓN SE DIVIDEh2>
DiDios
le dijo a Salomón que guardase la Torá de Dios y Sus
mandamientos y estatutos. Si fallara al hacerlo y siguiera tras
otros dioses resultaría en Dios dispersando a la nación de
Israel entre otras naciones de la tierra. En
1ª Reyes 9:1-9 está escrito:
-
"Cuando Salomón
hubo acabado la obra de la casa del Señor, y la casa
real, y todo lo que Salomón quiso hacer, el Señor
apareció a Salomón la segunda vez, como le había
aparecido en Gabaón. Y le dijo el Señor: Yo he oído tu
oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he
santificado esta casa que tú has edificado, para poner
mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis
ojos y mi corazón todos los días. Y si tú anduvieres
delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad
de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo
te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos,
yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para
siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No
faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel.
Mas si obstinadamente os apartareis de mí vosotros y
vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis
estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que
fuereis y sirviereis a dioses ajenos y los adorareis; yo
cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que he
entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre yo
la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio
y refrán a todos los pueblos; y esta casa que estaba en
estima, cualquiera que pase por ella se asombrará, y se
burlará y dirá: ¿Por qué ha hecho así el Señor a esta
tierra y a esta casa? Y dirán: Por cuanto dejaron al
Señor su Dios que había sacado a sus padres de tierra de
Egipto, y echaron mano a dioses ajenos, y los adoraron y
los sirvieron; por eso ha traído el Señor sobre ellos
todo este mal."
Salomón
desobedeció a Dios y a Su Torá casándose con mujeres de las
naciones que habitaban en la tierra de Canaán. Dios advirtió
a Su pueblo en la Torá que no se casaran con las mujeres de
las naciones que habitaban en Canaán (Deuteronomio
7:1-4).
Por causa de que
Dios se apareció a Salomón dos veces y le instruyó que
guardase la Torá de Dios, Dios estaba enojado con Salomón
por su desobediencia y le dijo que su reino sería dividido.
En 1ª Reyes 11:9-13 está
escrito:
-
"Y se enojó el
Señor contra Salomón, por cuanto su corazón se había
apartado del Señor Dios de Israel, que se le había
aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto,
que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que
le mandó el Señor. Y dijo el Señor a Salomón: Por cuanto
ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis
estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo
entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus
días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano
de tu hijo. Pero no romperé todo el reino, sino que daré
una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por
amor a Jerusalén, la cual yo he elegido"
Por lo tanto, la
razón de Dios para juzgar a Salomón era el fallo en no
obedecer el pacto que Dios hizo con Abraham y el fallo en no
guardar la Torá de Dios. Por causa de esta desobediencia, el
reino de Salomón se dividió en el Reino del Norte y el Reino
del Sur. El Reino del Norte fue llamado la casa de Israel.
El Reino del Sur fue llamado la casa de Judá.
EL REINO DEL NORTE DE ISRAEL
A continuación
de la muerte de Salomón, su reino fue dividido tal y como
Dios le dijo. Jeroboam, un efrateo se convirtió en el
gobernador del Reino del Norte de Israel. Roboam se
convirtió en el gobernador del Reino del Sur de Israel.
Referente a la selección de Jeroboam como rey del Reino del
Norte, en 1ª Reyes 11:30-38
esta escrito:
-
"Y tomando
Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en
doce pedazos. Y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez
pedazos; porque así dijo el Señor Dios de Israel: He
aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti
te daré diez tribus; y él tendrá una tribu por amor a
David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo
he elegido de todas las tribus de Israel; por cuanto me
han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los
sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los
hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer
lo recto delante de mis ojos y mis estatutos y mis
decretos, como hizo David su padre. Pero no quitaré nada
del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey
todos los días de su vida, por amor a David mi siervo,
al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis
estatutos. Pero quitaré el reino de la mano de su hijo,
y lo daré a ti, las diez tribus. Y a su hijo daré una
tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los
días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí
para poner en ella mi nombre. Yo, pues, te tomaré a ti,
y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y
serás rey sobre Israel. Y si prestares oído a todas las
cosas que mandare, y anduvieres en mis caminos, e
hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis
estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo,
yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la
edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel."i>
JEROBOAM ERA UN EFRATEO SOBRE LA CASA DE JOSÉ
Jeroboam
era un efrateo sobre la casa de José. En
1ª Reyes 11:26, 28 está escrito:
-
"Y Jeroboam hijo de
Nabat, efrateo… Y este varón Jeroboam era valiente y
esforzado… le encomendó (gobernador)
todo el cargo de la casa de José."
Anteriormente
en este capítulo, vimos como Efraín es un cuadro espiritual del
Cristianismo en general y de la Novia de Cristo, en particular.
Por lo tanto, el Reino del Norte de Israel es un cuadro
profético del Cristianismo futuro. El Reino del Norte era
conocido por los siguientes nombres:
- La casa de Israel (1ª Reyes 12:21;
Jeremías 31:31)
- La casa de José (1ª Reyes 11:28)
- Samaria (Oseas 7:1; 8:5-6; 13:16)
- Efraín (Oseas 4:17; 5:3; 7:1)
EL SISTEMA DE ADORACIÓN DEL BECERRO DE ORO
Anteriormente
en este libro, vimos que después de que Dios dio la Torá a los
hijos de Israel en el Monte Sinaí, los hijos de Israel hicieron
un becerro de oro y lo adoraron. También hicimos notar que el
sistema de adoración del becerro de oro era la mezcla del
paganismo con la adoración al Dios de Israel, llamando a ese
sistema, la adoración del Dios de Israel. En
Éxodo 32:3-6 está escrito:
-
"Entonces todo el
pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas,
y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las manos de ellos,
y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de
fundición. Entonces dijeron: ISRAEL, ESTOS SON TUS DIOSES,
que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aarón,
edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y
dijo: MAÑANA SERÁ FIESTA PARA EL SEÑOR. Y al día siguiente
madrugaron, y ofrecieron holocaustos de paz, y se sentó el
pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse."
El
Reino del Norte, Efraín, la casa de José bajo el liderazgo de
Jeroboam instituyó el mismo sistema de adoración, mezclando el
paganismo con la adoración del Dios de Israel, llamando a eses
sistema de adoración, la adoración del Dios de Israel. En
1ª Reyes 12:28-30 está escrito:
-
"Y habiendo tenido
consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo:
Bastante habéis subido a Jerusalén; HE AQUÍ TUS DIOSES, OH
ISRAEL, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto.
Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. Y esto fue causa de
pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta
Dan."
Bet-el
en hebreo significa, "Casa de Dios." Dan viene de la
palabra hebrea, Din, que significa, "Juicio." Esto es
profético de que el pueblo llamó al sistema de adoración, "La
casa de Dios" pero Dios llamó a ese sistema de adoración,
"Juicio."
EL FALSO SISTEMA DE ADORACIÓN DE JEROBOAM
Jeroboam
instituyó un falso sistema de adoración que mezclaba el
paganismo con la adoración del Dios de Israel y le llamó a ese
sistema de adoración, la adoración del Dios de Israel. Esto es
profético del Cristianismo histórico.
Jesús
y sus discípulos eran judíos observantes de la Torá. La iglesia
cristiana original era considerada como una secta del Judaísmo (Hechos
28:22-23) y guardaba el Shabat y las fiestas bíblicas
según se encuentran en Levítico 23
y adoraron en la sinagoga. Más tarde, cuando el Cristianismo se
esparció por el mundo occidental, y más y más gentiles, y menos
y menos judíos, eran creyentes en la fe, el Cristianismo por
medio de la influencia de la Iglesia Católica Romana empezó a
mezclar el paganismo (principalmente la religión Mithraica del
Imperio Romano) con creencias y prácticas cristianas. El
Cristianismo del día presente sigue todavía influenciado
igualmente, y practica la mezcla de paganismo y la verdadera
adoración del Dios de Israel.
La
religión predominante del Imperio Romano antes de adoptar el
Cristianismo era el Mithraismo. El Mithraismo se centraba en la
adoración del dios sol. El día de la adoración del dios sol era
el "Sunday", (Domingo: En inglés es Sunday, día del sol). El
cumpleaños del dios sol era el 25 de diciembre (Hoy en día:
Navidad).
La
Pascua (en inglés: Easter) o Semana Santa era una práctica
pagana para celebrar el renacimiento de la fertilidad de la
tierra en la primavera del año. Históricamente, Easter (que
viene de Ishtar), la adoración de la diosa del sexo Ishtar. En
la Biblia, Ishtar es llamada Astoret. Dios condenó a la nación
de Israel por adorar a la diosa del sexo Astoret (1ª
Reyes 11:5, 33; 2ª Reyes 23:13)
Puesto que el Cristianismo actual no adora literalmente al dios
sol o a la diosa del sexo, todavía practica las costumbres de
este sistema de adoración. Sin embargo, todas estas costumbres
han sido Cristianizadas por el diablo en todo su sentido y
entendimiento, para disfrazar las prácticas y costumbres
originales detrás de este sistema de adoración.
LAS CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA DE
ADADORACIÓN DEL SISTEMA DE ADORACIÓN
Las principales
características del sistema de adoración del becerro de oro
son las siguientes:
- El olvido de la Torá de Dios
- La sustitución del día de adoración
- La sustitución del lugar de adoración
- La sustitución del sacerdocio
Examinemos estas
características con mayor detalle, observando cómo éstos
fueron los pecados del Reino del Norte y es profético de los
pecados del Cristianismo histórico.
- Efraín, un término para el Reino del Norte de
Israel, olvidó la Torá de Dios y la llamo una cosa
extraña (Oseas 8:12). Hoy,
el Cristianismo llama a la Torá "una cosa extraña."
- Efraín, el Reino del Norte, instituyó un lugar de
sustitución de adoración (Dan y Bet-el) en lugar de
Jerusalén (1ª Reyes 12:29;
Deuteronomio 16:16). El
Cristianismo adora en una iglesia en lugar de una
sinagoga donde Jesús y sus discípulos adoraron (Lucas
4:14-16font>)
)
- Efraín, el Reino del Norte, instituyó fiestas
sustitutivas en lugar de observar las fechas y tiempos
de las fiestas bíblicas que Dios dio en
Levítico 23.
Jeroboam cambió la observación de la
fiesta de los Tabernáculos al octavo mes del año (1ª
Reyes 12:32-33) en lugar del séptimo mes del año
que Dios había declarado en
Levítico 23:34.p>
EEl Cristianismo ha adoptado la Navidad y
la Pascua del Mithraismo Romano en lugar de guardar las
fiestas bíblicas que Dios dio en
Levítico 23. Jesús guardó las fiestas bíblicas (Lucas
2:41.42/font>).
- Efraín, el Reino del Norte, instituyó un sacerdocio
sustitutivo en lugar de tener sacerdotes de la tribu de Leví
(1ª Reyes 12:31).
El Cristianismo permite a los pastores y sacerdotes que
sean ministros de las ovejas de Dios, sin haber sido ungidos
y llamados por Dios en su oficio y ministerio.
- Efraín, el Reino del Norte, mezcló el paganismo con la
adoración verdadera del Dios de Israel y lo llamó la
verdadera adoración del Dios de Israel. Dios lo llamó a esto
el sistema de adoración del becerro de oro (1ª
Reyes 12:28). El Cristianismo ha mezclado las
creencias y prácticas de Roma y Babilonia con la adoración
del Dios de Israel y lo llama la verdadera adoración del
Dios de Israel.
EL JUICIO DE DIOS SOBRE SU PUEBLO POR OLVIDAR
SU TORÁ
Cuando
Dios mismo se desposó con Israel en el Monte Sinaí (Jeremías
2:1-3), Él entró en un contrato de matrimonio con Su
pueblo. Los términos y condiciones del contrato de matrimonio se
especifica en un documento escrito llamado Ketuvá.
Espiritualmente, la Ketuvá de Dios con la nación de Israel es la
Torá. Los términos y condiciones para el rompimiento del
contrato de matrimonio son dadas en
Levítico 26 y Deuteronomio 28.
Uno de los juicios más severos por el incumplimiento de la Torá
es la dispersión entre las naciones del mundo. En
Deuteronomio 28:15, 36-37 está
escrito:
-
"Pero acontecerá,
si no oyeres la voz del Señor tu Dios, para procurar cumplir
todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy,
que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te
alcanzarán… El Señor te llevará a ti, y al rey que hubieres
puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus
padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la
piedra. Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de
burla a todos los pueblos a los cuales te llevará el Señor."
Por
causa de su desobediencia a la Torá, el juicio de Dios vino
sobre los dos reinos de Israel, el del Norte y el del Sur. El
Reino del Israel de Israel fue llevado cautivo a Asiria. El
Reino del Sur de Israel fue llevado cautivo a Babilonia. Además,
tanto el Reino del Norte como el del Sur han sido llevados a una
cautividad de escala mundial. El Reino del Norte de Israel ha
sido asimilada por la cultura gentil y se ha instalado en todas
las naciones del mundo. El Reino del Sur se ha mantenido judío y
ha guardado su identidad con la Torá, aunque también ha sido
llevado a una cautividad mundial.
EL REINO DEL NORTE FUE LLEVADO CAUTIVO A
ASIRIA
Por
su desobediencia a la Torá, el juicio de Dios vino sobre el
Reino del Norte de Israel, Efraín, la casa de José, porque no
obedecieron la Torá de Dios, antes bien, mezclaron la adoración
del Dios de Israel con el paganismo y lo llamaron la adoración
del Dios de Israel. El juicio de Dios sobre el Reino del Norte
por olvidar la Torá de Dios y su cautividad a Asiria es dada en
2ª Reyes 17:7-23, según está
escrito:
-
"Porque los hijos
de Israel pecaron contra el Señor su Dios, que los sacó de
tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y
temieron a dioses ajenos, y anduvieron en los estatutos de
las naciones que el Señor había lanzado de delante de los
hijos de Israel, y en los estatutos que hicieron los reyes
de Israel. Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas
no rectas contra el Señor su Dios, edificándose lugares
altos en todas sus ciudades, desde las torres de las
atalayas hasta las ciudades fortificadas. Y levantaron
estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo
de todo árbol frondoso, y quemaron allí incienso en todos
los lugares altos, a la manera de las naciones que el Señor
había traspuesto de delante de ellos, e hicieron cosas muy
malas para provocar a ira al Señor. Y servían a los ídolos,
de los cuales el Señor les había dicho: Vosotros no habéis
de hacer esto. El Señor amonestó entonces a Israel y a Judá
por medio de todos los profetas y de todos los videntes,
diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis
mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes
que prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por
medio de mis siervos los profetas. Mas ellos no obedecieron,
antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres,
los cuales no creyeron en el Señor su Dios. Y desecharon sus
estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y
los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron
la vanidad y se hicieron vanos, y fueron en pos de las
naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales el
Señor les había mandado que no hiciesen a la manera de
ellas. Dejaron todos los mandamientos del señor su Dios, y
se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también
imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los
cielos, y sirvieron a Baal; e hicieron pasar a sus hijos y a
sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros,
y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos del Señor,
provocándole a ira. El Señor, por tanto, se airó en gran
manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; y
no quedó sino sólo la tribu de Judá. Mas ni aun Judá guardó
los mandamientos del Señor su Dios, sino que anduvieron en
los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho. Y
desechó el Señor a toda la descendencia de Israel, y los
afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta
echarlos de su presencia. Porque separó a Israel de la casa
de David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y
Jeroboam apartó a Israel de en pos del Señor, y les hizo
cometer gran pecado. Y los hijos de Israel anduvieron en
todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de
ellos, hasta que el Señor quitó a Israel de delante de su
rostro, como él lo había dicho por medio de todos los
profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su
tierra a Asiria, hasta hoy."
EL REINO DEL SUR ES LLEVADO CAUTIVO A
BABILONIA
Así
como el Reino del Norte, Efraín, la casa de Judá, el Reino del
Sur, no siguió la Torá de Dios. Por lo tanto, el Reino del Sur,
la casa de Judá, fue llevada cautiva a Babilonia. El rechazo de
seguir la Torá de Dios por la casa de Judá es descrito en
2ª Reyes 17:19-20, según dice:
-
"Mas ni aun Judá
guardó los mandamientos del Señor su Dios, sino que
anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían
ellos hecho. Y desechó el Señor a toda la descendencia de
Israel, y los afligió y los entregó en manos de saqueadores,
hasta echarlos de su presencia."
La
ira de Dios sobre la casa de Judá por olvidar la Torá de Dios se
puede encontrar en Jeremías 44:2-23,
según está escrito:
-
"Así ha dicho el
Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis
visto todo el mal que traje sobre Jerusalén y sobre todas
las ciudades de Judá; y he aquí que ellas están el día de
hoy asoladas; no hay quien more en ellas, a causa de la
maldad que ellos cometieron para enojarme, yendo a ofrecer
incienso, honrando a dioses ajenos que ellos no habían
conocido, ni vosotros ni vuestros padres, Y envié a vosotros
todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar,
para deciros: No hagáis esta cosa abominable que yo
aborrezco. Pero no oyeron ni inclinaron su oído para
convertirse de su maldad, para dejar de ofrecer incienso a
dioses ajenos. Se derramó, por tanto, mi ira y mi furor, y
se encendió en las ciudades de Judá y en las calles de
Jerusalén, y fueron puestas en soledad, y en destrucción,
como están hoy. Ahora, pues, así ha dicho el Señor de los
ejércitos, Dios de Israel: ¿Por qué hacéis tan gran mal
contra vosotros mismos, para ser destruidos el hombre y la
mujer, el muchacho y el niño de pecho de en medio de Judá,
sin que os quede remanente alguno, haciéndome enojar con las
obras de vuestras manos, ofreciendo incienso a dioses ajenos
en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado para vivir, de
suerte que os acabéis, y seáis por maldición y por oprobio a
todas las naciones de la tierra? ¿Os habéis olvidado de las
maldades de vuestros padres, de las maldades de los reyes de
Judá, de las maldades de sus mujeres, de vuestras maldades y
de las maldades de vuestras mujeres que hicieron en la
tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? No se han
humillado hasta el día de hoy, ni han tenido temor, ni han
caminado en mi ley (TORÁ)
ni en mis estatutos, los cuales puse delante de vosotros y
delante de vuestros padres. Por tanto, así ha dicho el Señor
de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo vuelvo mi
rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo
Judá. Y tomaré el resto de Judá que volvieron sus rostros
para ir a tierra de Egipto para morar allí, y en tierra de
Egipto serán todos consumidos; caerán a espada, y de hambre
morirán desde el menor hasta el mayor, y serán objeto de
execración, de espanto, de maldición y de oprobio. Pues
castigaré a los que moran en tierra de Egipto como castigué
a Jerusalén, con espada, con hambre y con pestilencia. Y del
resto de los de Judá que entraron en la tierra de Egipto
para habitar allí, no habrá quien escape, ni quien quede
vivo para volver a la tierra de Judá, por volver a la cual
suspiran ellos para habitar allí; porque no volverán sino
algunos fugitivos. Entonces todos los que sabían que sus
mujeres habían ofrecido incienso a dioses ajenos, y todas
las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia, y
todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Patros,
respondieron a Jeremías, diciendo: La palabra que nos ha
hablado en el nombre del Señor no la oiremos de ti; si no
que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha
salido de nuestra boca para ofrecer incienso a la reina del
cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y
nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las
ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos
abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal
alguno. Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina
del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a
espada y de hambre somos consumidos. Y cuando ofrecimos
incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones,
¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y
le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros
maridos? Y habló Jeremías a todo el pueblo, a los hombres y
a las mujeres y a todo el pueblo que le había respondido
esto, diciendo: ¿No se ha acordado el Señor, y no ha venido
a su memoria el incienso que ofrecisteis en las ciudades de
Judá, y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros
padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de
la tierra? Y no pudo sufrirlo más el Señor, a causa de la
maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que
habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue puesta en
asolamiento, en espanto y en maldición, hasta quedar sin
morador, como está hoy. Porque ofrecisteis incienso y
pecasteis con el Señor, y no obedecisteis a la voz del
Señor, ni anduvisteis en su ley (TORÁ)
ni en sus estatutos ni en sus testimonios; por tanto, ha
venido sobre vosotros este mal, como hasta hoy."
Por
causa de que el Reino del Sur, la casa de Judá, no siguió la
Torá de Dios, fueron llevados cautivos a Babilonia. En
Jeremías 25:4-10 está escrito:
-
"Y envió el Señor a
vosotros todos sus siervos los profetas, enviándoles desde
temprano, y sin cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis
vuestro oído para escuchar. Cuando decían: Volveos ahora de
vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y
moraréis en la tierra que os dio el Señor y a vuestros
padres para siempre; y no vayáis en pos de dioses ajenos
sirviéndoles y adorándoles, ni me provoquéis a ira con la
obra de vuestras manos; y no os haré mal. Pero no me habéis
oído, dice el Señor, para provocarme a ira con la obra de
vuestras manos para mal vuestro. Por tanto, así ha dicho el
Señor de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis
palabras, he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del
norte, dice el Señor, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi
siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus
moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los
destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en
desolación perpetua. Y haré que desaparezca de entre ellos
la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la
voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara."
Por
lo tanto, podemos ver que Dios juzgó tanto al Reino del Norte
como al Reino del Sur, PORQUE habían olvidado de seguir Su Torá
y el pacto que Él hizo con Abraham.
El JUICIO DE DIOS SOBRE EL REINO DEL NORTE DE
ISRAEL
- Oseas 1:2 —> La tierra
había apartado de Dios
- Oseas 2:5 —> Sus
amantes = otros dioses
- Oseas 2:7 —> Es llamada
para que vuelva con su primer marido (Dios)
- Oseas 2:8 —> El trigo,
el vino y el aceite (el Espíritu Santo) languidecen
- Oseas 2:11 —> Haré
cesar todo gozo (terminología de las bodas) junto con:
- Días de fiesta
- Nuevas lunas
- Shabats
- Haré talar sus vides y sus higueras
- Oseas 5:3 —> Dios está
hablando a Efraín / Reino del Norte (iglesia)
Los juicios del
Reino del Norte de Israel por olvidar la Torá de Dios son
los mismos juicios que fueron traídos sobre el Cristianismo
histórico. La iglesia primigenia en el libro de los Hechos
era una iglesia poderosa. Dios hacía muchas señales y
maravillas y milagros en los primeros años de la iglesia.
Sin embargo, cuando la iglesia empezó a dejar de seguir la
Torá, el Shabat y las fiestas bíblicas que se encuentran en
Levítico 23, las
manifestaciones de Dios por Su Espíritu Santo por medio de
señales poderosas, maravillas y milagros empezaron a
disminuir.
Entonces,
después de mezclar el Mithraismo de Roma con el Cristianismo,
el antisemitismo junto con las enseñanzas sesgadas contra la
Torá de Dios comenzó a convertirse en algo muy difundido en
la iglesia. Con el tiempo, esto marcó el comienzo de la Edad
Media. Al olvidar la Torá, la iglesia comenzó a practicar
las costumbres y caminos del sistema de adoración del
becerro de oro y dejó de guardar el Shabat y las fiestas
bíblicas. Porque el pueblo de Dios ha cometido adulterio
espiritual, Jesús no podría retornar a por Su Novia para
contraer matrimonio con ella. Su venida tenía que ser
retrasada hasta que se arrepintiese de sus pecados y
comenzase a observar la Torá. La espera de Dios para que Su
pueblo se arrepienta de sus pecados y vuelva a la Torá ya va
por los 2000 años. Esto fue profetizado en
Oseas 5:15;
6:1-4, según está escrito:
-
";Andaré y volveré a
mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi
rostro. En su angustia me buscarán. Venid y volvamos al
Señor; porque él arrebató, y nos curará; hirió y nos
vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día
nos resucitará, y viviremos delante de él. Y conoceremos, y
proseguiremos en conocer al Señor; como el alba está
dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia,
como la lluvia tardía y temprana a la tierra."
En
Oseas 5:15 está escrito, "Volveré
a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado…"
En
Juan 14:3, Jesús dijo, "Y
si me fuere y os preparare lugar…"
En
Oseas 6:3, habla acerca del retorno
del Mesías de nuevo a la tierra como la lluvia. En
Oseas 6:2, dice que será después de
dos días que es un cuadro profético de los 2000 años de tiempo.
El
retorno del Mesías en Su segunda venida no está profetizado que
tome lugar hasta que "reconozcan su pecado." ¿Qué pecado
hace el Reino del Norte (el Cristianismo) que tenga que
reconocer? ¿Qué "pecado" hace el Reino del Sur (el
Judaísmo) que necesiten reconocer? El Cristianismo debe
arrepentirse y reconocer ante Dios que ha olvidado Su Torá. El
Judaísmo debe arrepentirse y reconocer que Jesús es el Mesías.
Irónicamente, cuantos más cristianos están volviendo a la Torá y
a las raíces hebreas del Cristianismo, tanto más judíos están
reconociendo a Jesús como el Mesías.
OSEAS SE CASA CON UNA PROSTITUTA
El
libro de Oseas está escrito como sombra del juicio del Reino del
Norte por olvidar la Torá y mezclar el paganismo con la
adoración al Dios de Israel.
Aun
después de que Dios hiciera un pacto con los hijos de Israel en
el Monte Sinaí y les instruyera que fuesen un pueblo santo
(separados de las naciones alrededor de ellos), Israel fue
tentado para asimilarse con las naciones alrededor de ellos y
seguir sus caminos. Por lo tanto, un de los juicios sobre el
Reino del Norte fue la asimilación, al desear asimilarse con las
naciones alrededor de ellos, en lugar de permanecer separados
como un pueblo santo. Para poder profetizar sobre este juicio de
asimilación, Dios instruyó al profeta Oseas que se casase con
una prostituta. Los hijos nacidos del matrimonio, entre Oseas y
la prostituta llamada, Gomer fue profético de lo que sucedería
con el Reino del Norte porque cometieron prostitución espiritual
con las naciones alrededor de ellos y siguieron tras sus dioses.
La prostitución en la Biblia es simbólica de la idolatría
espiritual y el olvido de la Torá y la verdadera adoración del
Dios de Israel. En Deuteronomio 31:16
está escrito:
-
"Y el Señor dijo a
Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este
pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la
tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e
invalidará mi pacto que te he concertado con él."
En
Jueces 2:17 está escrito:
-
"Pero tampoco
oyeron a sus jueces, sino que fueron (adulteraron) tras
dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto
del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los
mandamientos del Señor; ellos no hicieron así."
Por
lo tanto, para poder simbolizar la prostitución espiritual que
cometió el Reino del Norte de Israel al olvidar la Torá y el
pacto que Dios hizo con Abraham, Dios dijo a Oseas que se casara
con una prostituta. De este matrimonio, nacieron tres hijos. En
Oseas 1:2-9 está escrito:
-
"El principio de la
palabra del Señor por medio de Oseas. Dijo el Señor a Oseas:
Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación;
porque la tierra fornica apartándose del Señor. Fue, pues, y
tomó a Gomer hija de Deblaim, la cual concibió y le dio a
luz un hijo. Y le dijo el Señor: Ponle por nombre Jezreel;
Porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por
causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la
casa de Israel. Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel
en el valle de Jezreel. Concibió ella otra vez, y dio a luz
una hija. Y le dijo Dios; Ponle por nombre Lo-ruhama, porque
no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los
quitaré del todo. Mas de la casa de Judá tendré
misericordia, y los salvaré por el Señor su Dios; Y no los
salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con
caballos ni jinetes. Después de haber destetado a Lo-ruhama,
concibió a luz un hijo. Y dijo Dios: Ponle por nombre
Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré
vuestro Dios."
Los
tres hijos que Oseas tuvo con Gomer les pusieron los nombres
siguientes:
- Jezreel que significa "Dios sembrará"
- Lo-ruhamah que significa "Inmisericordia"
- Lo-ammi que significa "No mi pueblo"
Cuando
Dios habla al Reino del Norte diciendo que Dios tendrá
"inmisericordia" Y que son "no mi pueblo," es la
manera bíblica de decir que Dios cortará Su relación del pacto
con ellos.
DIOS PROMETE CUMPLIR SU PACTO CON ABRAHAM
Aun
cuando Dios dijo que Él cortaría su relación del pacto con el
Reino del Norte, diciéndoles que les mostraría
"inmisericordia" y que serán "no mi pueblo," Dios
hace una declaración asombrosa de amor y misericordia después de
pronunciar su juicio sobre Su pueblo. En
Oseas 1:10 está escrito:
-
"Con todo será el
número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no
se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue
dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois
hijos del Dios viviente."
¡CARAMBA!
¡¡¡Después de declarar al Reino del Norte que Dios les cortaría
del pacto que Él había hecho con ellos por haber olvidado Su
Torá y el pacto que Él había hecho con Abraham, Dios profetiza
en ese momento que cumplirá Su pacto que Él hizo con Abraham por
medio de este juicio!!!
EL REINO DEL NORTE ES PROFÉTICO DEL
CRISTIANISMO
En
el libro de Oseas, el juicio de Dios sobre el Reino del Norte
por haber olvidado la Torá y el pacto hecho con Abraham, les
cortaba de Su pacto y les mostraba "inmisericordia"
porque serían llamados "no mi pueblo."
Estas
palabras EXACTAS son usadas para describir a aquéllos que han
aceptado a Jesucristo como el Mesías. En
1ª Pedro 2:5, 9-10 está escrito:
-
Vosotros también,
como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo… Mas vosotros sois
linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel
que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; Vosotros
que en otro tiempo NO ERAIS PUEBLO (Oseas 1:9)
pero que ahora sois pueblo de Dios
(Oseas 1:10) que en otro tiempo
NO HABÍAIS ALCANZADO MISERICORDIA, (Oseas 1:6),
pero ahora habéis alcanzado
misericordia (Oseas 1:10)."
Por lo tanto,
el juicio sobre el Reino del Norte de Israel que es
profético del Cristianismo histórico es resumido por las
siguientes características:
- Haber sido tomados cautivos por el reino de
Asiria (2ª Reyes 17:7-23).
Proféticamente, porque el pueblo de Dios ha olvidado
Su Torá, el pueblo de Dios (el Cristianismo) está
viviendo en un sistema político, económico,
religioso basado en Babilonia que es contrario a la
Palabra de Dios.
- Dios declaró también que Su juicio sería por
haber cambiado sus días de fiesta, lunas nuevas,
Shabats porque Efraín había adorado a los ídolos (Oseas
2:11; 4:17;
5:1-2). Históricamente,
Dios eliminó la celebración del Shabat y días de
fiesta en el Cristianismo porque se había olvidado
de la Torá de Dios, después de la iglesia del primer
siglo.
- Serían dispersados; Dios no mostraría ninguna
misericordia por ellos; y no serían llamados Su pueblo.
Sin embargo, más tarde Dios iba a mostrar misericordia
sobre Su pueblo y los redimiría (Oseas
1:2-4;
6:10; 1ª
Pedro 2:5, 9-10
- Al rechazar la Torá de Dios, el pueblo de Dios perecería
por falta de conocimiento de la Palabra de Dios y por lo
tanto no serían reyes y sacerdotes (la Novia de Dios)
delante de Dios. (Oseas 4:6).
La obediencia a la Torá era una condición para que Dios
hiciera de Su pueblo reyes y sacerdotes delante de Él (Éxodo
19:5-6).
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