CAPITULO 6
LOS SIETE ATRIBUTOS DE UN DISCÍPULO
¿QUÉ ES UN DISCÍPULO?
Para
muchos cristianos, la palabra "discípulo" es un término
religioso que describe a los doce creyentes que originalmente
siguieron a Jesús. Probablemente que la mayoría de los cristianos no
se asocian ellos mismos con ser discípulos de Jesús. Sin embargo, la
palabra discípulo viene del griego "Mazetés". Es la palabra
de Strong 3101 y significa "alumno, principiante, estudiante."
De hecho, en varios lugares de los Evangelios, Jesús es llamado "Rabí."
La palabra "Rabí" significa "maestro." Lo podemos ver
en Juan 3:2, según está escrito:
-
"Este (Nicodemo)
vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí,
sabemos que has venido de Dios como maestro…"
A
Jesús se le describe en los Evangelios como un Rabí o "maestro"
(Juan 1:38, 3:2) y Sus seguidores son
llamados discípulos o "estudiantes." Se espera que un
discípulo o "estudiante" aprenda y crezca en conocimiento y
comprensión. Al hacerlo así, algún día se convertirá en un maestro
cualificado de otros discípulos (estudiantes). Un discípulo de Jesús
es un estudiante de la Palabra de Dios que sabe y comprende la
Palabra de Dios y los caminos del Reino de los Cielos. Se puede ver
este principio en Hebreos 5:12-14,
según está escrito:
-
"Porque debiendo ser ya
maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os
vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las
palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis
necesidad de leche (un estudiante), y no de alimento sólido
(un maestro). Y todo aquel que
participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia,
porque es niño; pero el alimento sólido es de los que han
alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del mal."
De
estas cosas podemos ver que DESPUÉS de ser salvos al aceptar a
Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal, se convierte en
un discípulo (estudiante) de Jesús y un discípulo de la Palabra de
Dios y de los caminos del Reino de Dios. Estudiando y mostrándose
aprobado (2ª Timoteo 2:15), un
discípulo (estudiante) crece hacia la madurez espiritual y se
capacita para convertirse en maestro de la Palabra de Dios para
otros discípulos (estudiantes).
¿QUÉ ES LA GRAN COMISIÓN?
Cuando
muchos cristianos piensan en la "gran comisión", lo asocian
con la predicación del mensaje del Evangelio de salvación para los
incrédulos. El mensaje de la salvación consiste en predicar que
Jesús derramó su sangre sobre la cruz para que podamos ser
perdonados de nuestros pecados, y al recibirle a Él en nuestra vida
y corazón, seremos salvos e iremos al cielo. Puesto que es verdad
que si crees en el mensaje del Evangelio, que Jesús derramó Su
sangre en la cruz para que pudieras ser perdonado de tus pecados,
tomando tú la decisión de arrepentirte de tus pecados y de recibir a
Jesús en tu vida y corazón para que seas salvo y vayas al cielo,
esto no es la PLENITUD del cumplimiento de la "gran comisión."
Examinemos más de cerca qué es la "gran comisión" según Jesús.
En Mateo 28:19-20, está escrito:
-
"Por tanto, id, y haced
discípulos (hacer discípulos de)
a todas las naciones…
enseñándoles (haciendo
estudiantes) que guarden todas las
cosas que os he mandado…"
Este
mandamiento de Jesús NUNCA ha sido cumplido. Puesto que muchos
alrededor del mundo han oído de la muerte de Jesús y su resurrección
y de que Él derramó Su sangre en la cruz para perdonar nuestros
pecados, al arrepentirnos de nuestros pecados, recibiéndole en
nuestra vida y corazón para ir al cielo, la gente está muy lejos de
ser discípulos (estudiantes) de la Palabra de Dios y de Sus caminos.
La gran comisión será cumplida en la Era Mesiánica cuando Jesús
mismo gobierne y reine en Jerusalén por 1000 años. En ese tiempo,
los seguidores de Jesús irán y harán discípulos (estudiantes) en
todas las naciones. Esto lo podemos ver en
Isaías 2:2-3, según está escrito:
-
"Acontecerá en los
postreros de los tiempos, que será confirmado el monte de la
casa del Señor como cabeza de los montes, y será exaltado sobre
los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán
muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del Señor, a
la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y
caminarán por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de
Jerusalén la palabra del Señor."
Por
lo tanto, podemos ver que la meta del Cristianismo según lo definió
Jesús cuando dio la "gran comisión" no es sólo hacer
convertidos al Cristianismo sino hacer convertidos y discípulos (estudiantes)
de todas las naciones de la tierra.
LOS SIETE ATRIBUTOS DE UN DISCÍPULO
Ahora
sabemos que un discípulo es un seguidor de Jesús y un estudiante de
la Palabra de Dios, ¿cuáles son las características de un discípulo
de Jesús? Daré una lista de siete características de un discípulo de
Jesús. Son como siguen:
- Un discípulo debe de ser como su Maestro (Lucas
6:40)
- Un discípulo (estudiante) debe poner su "vida del alma/Psique"
para obtener la vida Zoé (Lucas 14:26)
- Un discípulo (estudiante) ha de llevar su cruz (Lucas
14:27)
- Un discípulo (estudiante) renunciará a todo lo que tiene y
se negará a sí mismo para servir a Jesús (Mateo
16.24; Lucas 14:33)
- Un discípulo (estudiante) llevará mucho fruto (Juan
15:8)
- Un discípulo (estudiante) debe de tener amor por los demás (Juan
13:34-35)
- Un discípulo (estudiante) debe de continuar en la Palabra de
Dios (Juan 8:32)
UN DISCÍPULO DEBE DE SER COMO SU MAESTRO
Si tú
has aceptado a Jesús como tu Señor y Salvador personal, Jesús es
nuestro maestro (profesor) y nosotros sus discípulos (estudiantes).
El deseo de cada profesor es que sus estudiantes crezcan en
conocimiento y comprensión de las asignaturas para que puedan
comprenderlas en el mismo nivel que él mismo. La Biblia nos habla de
los creyentes en Jesús como Mesías, creciendo en el conocimiento y
comprensión de Él y de la Palabra de Dios, para que podamos ser
conformados a Su imagen. En Romanos 8:29
está escrito:
-
"Porque a los que
antes conoció (Dios),
también los predestinó para que sean hechos conformes a la
imagen (la exacta semejanza espiritual y
características) de su Hijo
(Jesús)…"
Somos
conformados a la imagen de Jesús a través de la obra del Espíritu
Santo en nuestras vidas. En 2ª Corintios 3:18
está escrito:
-
"Por tanto, nosotros
todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma
imagen, como por el Espíritu del Señor."
Dios
dio el ministerio quíntuple a la iglesia para que los creyentes
pudieran crecer de discípulos (estudiantes) a la madurez espiritual.
Al hacerlo así, Dios deseaba que creciéramos en la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo. En Efesios
4:11,13 está escrito:
-
"Y él mismo constituyó
a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros…hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo."
Por
lo anteriormente expuesto, podemos ver que a un discípulo (estudiante)
se le exige crecer para ser igual que su maestro (profesor). Estas
fueron las palabras de Jesús en Lucas 6:40,
según está escrito:
-
"El discípulo no es
superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será
como su maestro."
UN DISCÍPULO DEBE DE PONER SU PROPIA VIDA
En
segundo, lugar, un discípulo (estudiante) pone su vida para ser como
su maestro (profesor). Con el estudio viene el sacrificio. Para
conseguir buenas notas en la escuela es necesario pasar mucho tiempo
estudiando. Para conseguir buenas notas, tienes que sacrificar
muchas veces la diversión con tus amigos. Al hacerlo así, estás
poniendo a un lado los deseos de la carne (la diversión) para
alcanzar una meta superior de conseguir buenas notas. De la misma
manera, a los discípulos (estudiantes) de Jesús se les exige poner a
un lado los deseos de la carne y los caminos del mundo (vida del
alma/Psique) para alcanzar una meta más alta, la de agradar a
nuestro Padre Celestial para poder desarrollar la madurez espiritual.
Esto es la característica de un discípulo (estudiante) de Jesús.
Jesús nos dijo esta verdad en Lucas 14:26,
según está escrito:
-
"Si alguno viene en pos
de mí; y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y
hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida (Psique
= 5590), no puede ser mi discípulo."
Esta
Escritura no nos está diciendo que odiemos a nuestros padres o
familia. Pero Jesús nos está diciendo que si tú estás poniendo los
deseos de tus padres y tu familia por encima de la Voluntad de Dios
para tu vida, entonces, tú no puedes ser Su discípulo. En un
capítulo anterior de este libro, aprendimos que la "vida" de
la cual Jesús nos está hablando en Lucas 14:26
es la palabra griega "Psique/vida del alma" que está
influenciada por los caminos del mundo y los deseos de la carne. La
"vida del alma/Psique" es contraria a la voluntad de Dios. En
Mateo 10:39 está escrito:
-
"El que halla su
vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la
hallará."
En
Juan 12:25 está escrito:
-
"El que ama su vida
(Psique), la perderá, y el que
aborrece su vida (Psique) en
este mundo, para vida (Zoé)
eterna la guardará."
Para
poder morir en la cruz, Jesús tuvo que poner primero su propia vida
(Psique). Jesús puso su vida (Psique) antes de que Él
muriera sobre la cruz sometiendo Su vida (Psique) a la
Voluntad de Dios el Padre. En Juan 10:17
está escrito:
-
"Por eso me ama el
Padre, porque yo pongo mi vida (Psique),
para volverla a tomar."
Jesús
se sometió a la Voluntad de Dios y tomo Su decisión de poner Su vida
(Psique) en el Huerto de Getsemaní. En Mateo
26:36, 38-39 está escrito:
-
"Entonces llegó
Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní…Entonces Jesús
dijo: Mi alma (Psique) está
muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y
diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero
no sea como yo quiero, sino como tú."
Por
lo tanto, podemos ver que si un discípulo (estudiante) de Jesús
desea ser como su maestro, Jesús mismo cedió a su propia voluntad
para hacer la Voluntad de Dios en su vida
UN DISCÍPULO HA DE LLEVAR SU PROPIA CRUZ
¿Qué
significa llevar nuestra propia cruz? Nuestra propia cruz representa
cualquier cosa en la vida que nos estorba para convertirnos en un
discípulo (estudiante) de Jesús y crezcamos a la plenitud de la
madurez espiritual. En la parábola del sembrador, Jesús nos habla de
cinco cosas que nos estorban para llevar la cruz sobre nosotros y de
que le sigamos con todo nuestro corazón. En
Marcos 4:17-19, estas cinco cosas son las siguientes:
- Tribulación.
- Persecución.
- Los afanes del mundo.
- El engaño de las riquezas.
- Las codicias de otras cosas.
En
Lucas 14:27 está escrito:
-
"Y el que no lleva
su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo."
Jesús
dijo estas palabras en Lucas 9.23:
-
"Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame."
Para
poder tomar nuestra cruz, hemos de estar dispuestos a ser
crucificados. ¿Qué quiere decir tomar tu cruz y estar dispuesto a
ser crucificado? La cruz que hemos de llevar es poner a un lado
nuestra vida del "alma/Psique" y no ser un siervo del pecado.
En Romanos 6:6 está escrito:
-
"Sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que
el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos al
pecado."
En
Gálatas 2:20 está escrito:
-
"Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí;
y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí."
Por
lo tanto, un verdadero discípulo (estudiante) de Jesús debe de ser
como su maestro. Debe de poner su "vida del alma/Psique",
para no ser un siervo del pecado, y echar fuera todas esas cosas que
se interponen en su relación personal con Dios y de hacer Su
voluntad en su vida.
UN DISCÍPULO DEBE RENUNCIAR A TODO
PARA SERVIR A JESÚS
Un
verdadero discípulo (estudiante) de Jesús pone a un lado todos los
cuidados de este mundo y renuncia a ellos para ser un discípulo (estudiante)
de Jesús para servirle con todo su corazón, mente, y fuerzas. En
Lucas 14:33, Jesús habló estas palabras,
según está escrito:
-
"Así, pues,
cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no
puede ser mi discípulo."
Para
poder renunciar a todo y servir a Jesús, no se puede amar al mundo,
sus caminos, ni sus cuidados. En 1ª Juan 2:15
está escrito:
-
"No améis al mundo, ni
las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él."
No
amando las cosas del mundo, sus caminos, ni sus cuidados, no serás
sólo un discípulo (estudiante) de Jesús, sino que también serás un
buen soldado en el ejército de Dios. En 2ª
Timoteo 2.3-4 está escrito:
-
"Tú, pues, sufre
penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita
se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel
que lo tomó por soldado."
Renunciando
a todo para servir a Jesús y no estando enredado en los asuntos de
esta vida, estarás negándote a los placeres de esta vida para ser un
discípulo (estudiante) de Jesús. Negándote a ti mismo y a los
placeres de esta vida que son contrarios a la voluntad de Dios,
estarás negándote a ti mismo, tomando tu cruz cada día para seguir a
Jesús. Jesús habló estas palabras en Lucas
9:23, según está escrito:
-
"Y decía a todos: Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su
cruz cada día, y sígame."
Por
lo tanto, el discípulo (estudiante) de Jesús debe renunciar a los
cuidados de este mundo y a los deseos de la carne y rechazar estas
cosas que le impiden en su caminar espiritual con Dios, como tomar
su cruz cada día para servir a Jesús, así como el hacer la voluntad
de Dios en su vida.
UN DISCÍPULO DEBE LLEVAR MUCHO FRUTO
¿C��mo
llevamos fruto en el Reino de Dios? Llevamos fruto en el Reino de
Dios cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón, mente, y fuerzas
y buscamos ser discípulos (estudiantes) de Jesús. Al hacerlo, hemos
de darnos cuenta que Jesús es la vid y nosotros los pámpanos. Sólo
podemos llevar mucho fruto cuando le sometemos nuestra vida a Él y
dejamos al Espíritu Santo que produzca dentro de nosotros un
carácter piadoso. Cuando sometemos nuestras vidas a Jesús y
permitimos que el Espíritu Santo produzca dentro de nosotros un
carácter piadoso, Dios nos prepara, enseña y equipa para seguirle y
hacer Su Voluntad. Al seguir y hacer la voluntad de Dios en nuestras
vidas, llevaremos mucho fruto para Dios y el Reino de los Cielos.
Jesús
es la vid y nosotros los pámpanos. En Juan
15:5 está escrito:
-
"Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."
Cuando
sometemos y rendimos nuestras vidas a Jesús, necesitamos someter y
rendir nuestras vidas al Espíritu Santo para que produzca un
carácter piadoso dentro de nosotros. Los frutos del Espíritu Santo
son mencionados en Gálatas 5:22-25,
según está escrito:
-
"Mas el fruto del
Espíritu Santo es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre y templanza. Pero los que son de Cristo, han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por
el Espíritu, andemos también por el Espíritu."
Si
sometemos nuestras vidas a Jesús y permitimos al Espíritu Santo que
produzca un carácter piadoso dentro de nosotros, Dios nos permitirá
llevar mucho fruto en el Reino y seremos discípulos de Jesús. En
Juan 15:8 está escrito:
-
"En esto es glorificado
mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos."
De
ahí que podamos comprender que un discípulo de Jesús debe de llevar
mucho fruto en el Reino de Dios.
UN DISCÍPULO DEBE DE AMAR A LOS DEMÁS
¿Como
creyente, cómo te gustaría que Dios ordenase una bendición para tu
vida? Cuando los cristianos habitan en unidad, Dios ordena Sus
bendiciones sobre esos creyentes que se aman los unos a los otros y
habitan en unidad. En el Salmo 133:
está escrito:
-
"Mirad cuán bueno y
cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía…porque
allí envía el Señor bendición y vida eterna."
El
mayor mandamiento dado por Jesús es el amar a Dios con todo tu
corazón, mente, alma y fuerzas y el segundo mayor mandamiento es
amar a tu prójimo como a ti mismo. En Marcos
12:30-31, Jesús habló estas palabras, según está escrito:
-
"Y amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento mayor que éstos."
Jesús
nos dijo que nos amásemos los unos a los otros. En
Juan 13:34-35 está escrito:
-
"Un mandamiento
nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros; como yo os he
amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán
todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con
los otros."
Por
lo tanto, un discípulo (estudiante) de Jesús debe amar a su prójimo
como a sí mismo y tener amor por otros cristianos que han aceptado a
Jesucristo como su Señor y Salvador personal. Al hacerlo, Dios ha
prometido Su bendición sobre nuestras vidas.
UN DISCÍPULO DEBE DE ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS
Jesús
era judío. Sus discípulos eran judíos. Las enseñanzas de Jesús
estaban basadas en los fundamentos del Judaísmo transmitidas
fielmente desde Abraham hasta David, y de David a Jesús. En
Juan 4:24, Jesús dijo que los que
adoran a Dios deben hacerlo en espíritu y en verdad. En la
mentalidad judía durante los días de Jesús, la más alta forma de
adoración a Dios era por medio del estudio.
Si
amas a Dios y buscas ser un seguidor de Jesús eres Su discípulo (estudiante).
Siendo un discípulo (estudiante) de Jesús, buscaremos aprender de
Jesús y el conocimiento de la Palabra de Dios, Dios nos dará su
revelación y comprensión de Su Palabra a través de la ayuda del
Espíritu Santo. En Juan 14:26, el
Espíritu Santo fue enviado para enseñarnos todas las cosas referente
a Dios, según está escrito:
-
"Mas el Consolador,
el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he
dicho."
El
Espíritu Santo nos dirige, nos guía, nos enseña todas las cosas
referente a Dios y su Palabra. En Juan 16:13
está escrito:
-
"Pero cuando venga el
Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad…"
En la
mente del pueblo judío en los días de Jesús, el estudio era la más
alta forma de adorar a Dios. Deseando ser un discípulo (estudiante)
de la Palabra de Dios y permitiendo que el Espíritu Santo nos enseñe
todas las cosas, un discípulo (estudiante) de Jesús buscará estudiar
la Palabra de Dios para presentarse aprobado delante de Dios. En
2ª Timoteo 2:15 está escrito:
-
"Procura
(estudia) con diligencia presentarte a
Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse…"
Por
esta razón, un discípulo (estudiante) de Jesús debe continuar
estudiando la Palabra de Dios y buscar el crecer en conocimiento y
comprensión de Dios y de los caminos del Reino de los Cielos. Jesús
habló estas palabras en Juan 8:31-32,
según está escrito:
-
"Dijo entonces Jesús a
los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis
en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad (la Palabra de Dios), y la verdad os hará
libres."
RESUMEN
Como
conclusión, somos discípulos (estudiantes) de Jesús cuando deseamos
y nos proponemos con todo nuestro corazón el amar y seguir a Dios en
la misma manera que Jesús amó y siguió la voluntad de Dios. Al
hacerlo, necesitamos poner a un lado las cosas que nos impiden darle
a Jesús toda nuestra vida y corazón. Hemos de poner a un lado los
cuidados de este mundo, los caminos del mundo, y los deseos de
nuestra carne que son contrarios a la voluntad de Dios para nuestras
vidas. Haciéndolo así, desecharemos los placeres del mundo y
tomaremos nuestra cruz cada día para seguir a Jesús y hacer la
Voluntad de Dios.
Para
crecer en conocimiento y comprensión de Dios, debemos buscar
estudiar y aprender la Palabra de Dios y los caminos del Reino de
los Cielos. Cuando lo hacemos, buscaremos el amar a nuestros
semejantes como a nosotros mismos y amaremos a nuestros compañeros
cristianos. Al hacer estas cosas, llevamos mucho fruto para el Reino
de Dios y seremos buenos y fieles discípulos y siervos de Dios.
Siendo buenos y fieles discípulos y siervos de Dios, creceremos en
madurez espiritual y estaremos calificados para ser la Novia de
Cristo.